Cuando a principios de temporada escribía mi parte de la Guía para http://www.basketamericano.com el objetivo que puse encima de la mesa era tener ventaja campo en primera ronda y pasarla. Lo que viniera después era premio.
Tras acabar líderes en el Este, el primer objetivo se consiguió con creces. Tras culminar la heróica de levantar un 0-2 ante los Bulls en esta primera ronda, el objetivo general también. Ahora a disfrutar.
Tal y como empezó la serie, con las lágrimas de Thomas y los Bulls conquistando el Garden por partida doble, pocos confiaban ya en unos desconocidos Celtics que no atrapaban un rebote ni por casualidad, no metían un triple ni en una piscina olímpica y no conseguían la forma de parar el juego que propuesto por Rondo. Pero el equipo viajó a Chicago y la ciudad del viento cambió los aires de un nuevo equipo ante un rival también diferente (Sin Rondo).
Kevin Garnett apelaba al espíritu Celtic. A la lucha, al orgullo al pelear hasta que no fuera posible.
La serie empezaba de nuevo.
Lo visto en el segundo partido hacía que parte de la parroquia verde se olvidara de todo lo bueno visto en la regular. Y creer era difícil. Pero a los que habíamos visto los 82 partidos anteriores no nos quedaba otra que confiar en Brad Stevens, que optó por sentar a Amir Johnson y darle la oportunidad a Gerald Green, que contestó siendo de los mejores de los Celtics y claro repulsivo en la serie.
La gran mayoría se habría rendido ya. Hubiera recogido las cosas del vestuario y se habría ido a llorar con su familia. Y no le habríamos culpado por ello. Era lo lógico, lo natural. Pero Thomas es Thomas. El equipo estuvo a su lado y él al lado del equipo, que tampoco es que andara muy sobrado de moral.
La primera victoria hizo creer, la segunda saber que ya no había marcha atrás. Boston empataba la serie, recuperaba la ventaja campo y ponía la directa hacia a la segunda ronda.
Y gran parte de culpa la tiene un Horford que, criticado en los dos primeros partidos por su falta de rebote, fue el que firmó los mejores números al finalizar la serie. Con números de asistencias que no se veían en Playoffs por un hombre alto desde la época de Jeff Ruland, el dominicano a acabado por demostrar el acierto de su firma el pasado verano.
Sin descanso, menos de 48 después, tras el funeral de Chyna, los Wizards esperan ya en el Garden. Es de esperar que los capitalinos dejen de jugar ya a funerales y se dediquen a poner su ingenio en pista. Solo así podrán ganar a unos motivadísimos Celtics. Por el rival y todo lo sucedido para llegar hasta aquí.
#Itsnotluck